Clarin | Mundos íntimos

 "Mi abuela, una artista de la cocina, no negaba sus recetas pero su magia es un don que aún busco y no encuentro."


La autora cree que a partir de una sinfonía de sabores dictados sólo por la intuición, esta mujer, deportada a un gueto durante el nazismo, construyó sus espacios de afecto.



Nunca pensé demasiado en mi abuela. Aunque era una mujer amorosa, nuestra relación fue siempre algo distante. Tal vez porque ella vivía en Nueva Jersey y yo en Buenos Aires, donde mis padres finalmente se establecieron tras algunas idas y vueltas entre ambos lugares. Así crecí con una abuela lejana, tanto en la distancia como en lo cotidiano. Sin embargo, desde hace un tiempo, su recuerdo vuelve con frecuencia.