Nunca pensé demasiado en mi abuela. Aunque era una mujer amorosa, nuestra relación fue siempre algo distante. Tal vez porque ella vivía en Nueva Jersey y yo en Buenos Aires, donde mis padres finalmente se establecieron tras algunas idas y vueltas entre ambos lugares. Así crecí con una abuela lejana, tanto en la distancia como en lo cotidiano. Sin embargo, desde hace un tiempo, su recuerdo vuelve con frecuencia.