Dicen que con el inicio del nuevo milenio y el ascenso de las plataformas digitales empezó a gestarse una nueva narrativa. En la prehistoria de las redes sociales existieron unos espacios llamados blogs donde las personas escribían, otras leían y varias comentaban. Hoy, estas reliquias fósiles quedaron extinguidas (tal vez alguna especie haya quedado atrapada en algún archivo virtual), pero su esencia sigue presente en las capas geológicas de las creaciones actuales, marcando un legado que a simple vista podría parecer invisible.